martes, 3 de marzo de 2009

Mi Niña de Porcelana

Mi niña de porcelana,

Tu figura es una inocente llama quemando los espacios vacíos,

Tus ojos, estrellas fugaces rompiendo el cielo,

Tu voz es melodía en do mayor acariciando mis oídos.


Eres el epicentro de mis terremotos,

Me desquebrajas el alma y la remiendas,

Todo lo que busco está en el aire que exhalas,

Todo lo que quiero está en el frío amanecer de tus pupilas.


Tu piel corusca abre sendas en el estrecho camino de las sombras,

Tu boca va mutilando lentamente mi cuerpo,

Te comes mis manos y mis pies,

Me desmiembras poco a poco mientras te unes a mí


¿Por qué dudas

No de mí, de ti?


Tengo en el pecho esta vehemente sensación de correr hasta tus brazos

De amarrarme a tu cintura como enredadera

De ser Cristo crucificado a la cruz de tus brazos y piernas


Quiero atraparte en la socaliña de mis palabras

Y que te quedes ahí perpetuamente

Que mi voz te conceda eternidad

Y que el hecho sublime de mi mano en tu sexo no se desvanezca


Quiero caer bajo el encanto de tu sonrisa,

Mirar en las ventanas de tu alma

Y dibujarte en una servilleta algo parecido a un corazón


Esta mañana no tengo luna ni sol

Me falta el aire, la brisa

Me faltan las montañas

El tiempo, la risa


Amanecen los volcanes iracundos

Deseosos de fuego y sangre

Amanecen y tu canto los apacigua

Tu voz es voz de ángel


Mira arriba

Allí me encontrarás cuando me extrañes


Que no se nos rompa esta luna enternecida

Que los gritos no contaminen el silencio

Este silencio infinito que nos rodea

Este silencio, tan frágil, tan delicado


No tengo la menor idea de como contagiarte

Este virus del amor que siento

Día con día, me miro a mi mismo

Encaro el espejo

Día con día me hallo más enfermo


Me la paso inventándote en mi sepulcro

En mi claustro, en este encierro

Me la paso trazando el mapa de tu cuerpo con el humo del cigarro


Tu ausencia es escampa en mis campos,

Tus ojos arañan el silencio


Quiero descifrar el enigma de tu vientre

Recorrerte con la voz, con las manos, con la mente

Te persigo en mi imaginación

Te llevo a puntas donde voy


Tu camino es el rumbo que siguen mis pasos

Tu melodía el señuelo que atrapa mis abrazos

Eres todo, eres nada

Eres todo


El reloj camina con paso lento cuando no te veo

Tic...

Tac...

Camina lento, pero camina


Y al fin ahí estás,

Sentada frente a mí,

Tú, mi manantial de caricias y besos

Tú, luna menguante donde descansan mis sueños


Y al fin, ahí estás

Callada, distante, dolorosa

Silente, taciturna y amorosa

Y de pronto el reloj corre


Y al fin ahí estás

Y después te desvaneces


Iván Barojas





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