Si las sombras se van uniendo a tu porvenir
Mírame la mirada cansada de tanto creer en tus ojos mustios
Quédate en tu pocilga callada y mira el tiempo pasar
Sin parar a tu lado un instante
Llora lágrimas amargas esta noche moribunda de marzo
Que nadie atienda a tu llamado si pides ayuda
Que se vuelva escharca tu recuerdo silente
que cada vez que se anuncia la aurora me invade la mente
Llevate tus estrellas y tus amaneceres
El humo de tu risa
Tu humedad y la brisa que sale de tu boca cuando bostezas
Devuélveme las llaves del corazón
Quédate un minuto en silencio en honor a este amor
Sabiamos bien que las noches se morían con los días
Y no hicimos nada, ni tu, ni yo
por retratar la luna
Aquí la culpa es de dos,
Las llagas, las fotos,
El silencio y el duelo
Que absurdo frenesí de querer abrazarte,
de querer escuchar lo que me dicen tus ojos,
de robarte el pañuelo,
de acariciar tu figura,
de besarte en los labios de tu corazón roto
Quisiera aprender a volar con tus alas,
pero hoy ya no estás
Tu cuerpo se hizo silencio,
El silencio se hizo polvo
Como un piquete de abeja me llega la verdad:
Se me escapan tus pasos,
y como un sucio azar del destino
entre tu y yo hay un camino de obstáculos
Se nos muere metztli,
Arde Teotihuacan,
El grandioso imperio con olor a tu piel
Cae en silencio,
Raudo,
Implacable.
Iván Barojas
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