martes, 7 de abril de 2009

Señora de luz

Tus ojos hipnotizan mis sentidos
Tu boca es una flecha que atraviesa
mi corazón cuando me pides que no me marche el domingo,

Tus ojos me llegan como promesa
de un amor eterno e incondicional
de lluvia en el desierto,
de agua sin sal.

Tus manos son cuchillos que me llagan,
la piel y por todo el cuerpo me quedan marcas

Tu sombra seduce a mis instintos
¡Que alegría estar aquí!
Perdido en tu laberinto

Quiero ser esclavo de tus besos
Que me dejes preso dentro de tu vientre
Y cuando mire en el espejo me encuentre acompañado
de tu hermosa figura a mi lado

Señora de luz

Iván Barojas